martes, 15 de julio de 2014

Reportaje fotoperiodístico de denuncia


Los rincones olvidados de la Margen Derecha 

Los edificios ruinosos abundan en esta zona y pueden suponer un peligro para sus ciudadanos

La Margen Derecha es la zona residencial por excelencia de Bizkaia, cuyo estereotipo de grandes lujos y gente adinerada se expande por todo el territorio... Sin embargo, hay rincones que muchos no imaginan. Rincones ruinosos y a la vez peligrosos para cualquiera que pasee por ahí. Unas ruinas a las que sistemáticamente contribuye el ser humano, haciendo un vergonzoso alarde de su poco respeto hacia los edificios históricos: graffitis, plásticos y todo tipo de basura acompañan siempre a los lugares abandonados que una vez significaron algo en Bizkaia. 




Fábrica de Berango 



Arana Bidea, en las naves industriales donde se encuentran comercios de reparación de coches y materiales de construcción. La empresa más llamativa: Elmet, una metalurgia fundada en 1991. A esta empresa pertenecen las dos chimeneas descuidadas y con rajas que una vez fueron orgullosos mástiles de una antigua fábrica de principios de siglo asentada en ese mismo emplazamiento. En cualquier momento pueden derrumbarse y la única medida preventiva es un cartel de “prohibido el paso”.  

Casa del barrio de Moreaga



En el barrio Moreaga de Berango se encuentra una casa de principios del siglo XIX, en su día, visiblemente señorial. Hoy, los de siempre se dedican a pintar sus paredes, y a menospreciar su valor histórico.

El Ayuntamiento, a falta de un proyecto, se ha encargado ya de tapiar puertas y ventanas y de pintar por encima esos graffitis, pero no de evitar que las hierbas trepadoras se vayan adueñando del palacio, alimentando así la ignorancia de aquellos que no ven más que una casa estropeada por el tiempo en la que aplicar sus “habilidades” y volcar sus frustraciones. 


Bidegorri Bidea 

Al lado del Bidegorri Bidea se ve lo que una vez fue una casa en el campo. Hoy se ha convertido en un edificio ruinoso al lado de un camino para bicicletas por el que pasean caminantes todos los días. La proximidad de esta ruina con los transeúntes podría tener malas consecuencias si, en un día de lluvia y fuerte viento (muy frecuentes en Bizkaia), cualquier trozo de cemento cayera en la cabeza del que pasa o curiosea por allí en ese momento.


Caserío Gorrondatxe 




El caserío de Gorrondatxe. Al lado, de nuevo, de la carretera a la que da nombre. Aunque éste no supone un peligro, y es uno de los pocos caseríos que quedan en la zona y dotan a Bizkaia de un pintoresco paisaje, de nuevo, es víctima del poco respeto a los símbolos que identifican a la antigua Bizkaia, repleto como está de graffitis, además, poco artísticos.

Caserío Zientoetxe 


Zientoetxe Errepidea, al lado del colegio Azkorri. Otro caserío que lleva abandonado desde los años 80, aunque no del todo. He ahí lo curioso de este lugar: una mitad está derrumbada hace apenas un año, y la otra no, aunque dado su aspecto no parece que vaya a tardar en caer también. Y junto a esto, se encuentra una huerta muy bien trabajada y gente que pasa sus tardes de verano haciendo barbacoas en un jardín bien cuidado. Acto temerario, por cierto. Nunca se sabe cuándo esas piedras, en las que se sostiene el caserío, cederán.    
 


 Arzubiaga



La llamada popularmente "Casa Monster", cerca de Ubao Bidea, anteriormente pertenecía a la familia de los Villa-Aldekoa, de Algorta. Se construyó en el año 1942, encargada por Francisco Aldekoa y Uriarte con intención de que fuese una explotación agrícola, según cuenta su nieto Jacinto Araluce.
El arquitecto, Rafael Garamendi, murió sin terminarla. Del remate final se encargó uno de los propios Aldekoa.
Esta casa fue desocupada en el año 1965 debido a la jubilación de los que la explotaban. En los últimos tiempos, ha sufrido la presencia de ocupas y, sobre todo, de jóvenes que se dedican a encender fuegos en la chimenea, pintar la casa, mancharla con plásticos y a jugar con pistolas de aire comprimido.
Hubo, en su día, algún intento de urbanización por parte de los herederos, pero el Ayuntamiento de Berango sentenció que no era una zona urbanizable, por tanto, esa casa histórica queda en el abandono para que cualquiera la pueda violentar a sus anchas y, como hasta ahora, la destroce sin dedicar un  mero pensamiento a su valor. 

Búnker de la Galea


El búnker de la Galea en su día pertenecía a una batería de costa cuya función durante la guerra consistía en mantener alejados a los barcos de la marina franquista. En resumen, historia pura y dura que algunos jóvenes se dedican a destrozar. 
En este caso, es todavía peor ya que ahí se organizan fiestas nocturnas a las que asisten chavales a hacer botellón y a drogarse. Después, cualquiera que pasea a las 11 de la mañana por allí (familias con niños, señores mayores, gente con perros...) se encuentra a borrachos tirados que parecen más bien zombies y una acumulación de bolsas de plástico, botellas de alcohol vacías, preservativos usados y otros desperdicios del estilo que “ya se encargará de recoger quien sea”, como ironiza un paseante frecuente de la zona, Jose Aguirre.

La parte de abajo del búnker. Los charcos: una combinación entre orina, alcohol y agua  


Una reconstrucción de lo que puedes encontrarte una mañana de fin de semana cualquiera

Atxekolanda  



Atxekolanda, situado en el muelle de Arriluce de Getxo, es obra del arquitecto Ricardo Bastida. La familia Echevarrieta lo mandó construir en 1918 y convirtió a estas galerías en un lugar de recreo donde asistía, de vez en cuando, el propio rey Alfonso XIII. Tras su abandono, varias han sido las intentonas del Ayuntamiento de Getxo por darle una utilidad. Sin embargo, esta maravilla arquitectónica e histórica sigue abandonada y cayéndose a trozos.

La empresa de ingeniería SENER quiso destinar 12 millones de euros para su reparación, pero el ayuntamiento, una vez más, se ha interpuesto y dice que tienen visitas guiadas planeadas para el muelle, sin embargo, ahí sigue sin tocarse, al igual que el resto de edificios que se han nombrado.




Son los casos que hemos expuesto ejemplos de desidia, decadencia, burocracia o impotencia, pero todos ellos dañan la sensibilidad de quienes sienten respeto por la historia y por los esfuerzos de quienes en el pasado dedicaron ilusión y esfuerzo por construir algo. Y, lamentablemente, son también una muestra elocuente de la falta de cultura y educación que aún padece esta sociedad que, en medio de un entorno aparentemente privilegiado, aún tiene mucho que mejorar.













6 comentarios:

  1. Considero que ciertas ruinas mencionadas también tienen su encanto como por ejemplo, Atxekolanda. Personalmente es lo que más me gusta de la zona del puerto deportivo. Cierto es que algunas ruinas entrañan cierto peligro, pero cierto número reducido de ruinas tampoco vienen mal. Aporta riqueza y un dinamismo con regusto de fuera de márgenes como la casa de campo entre Larra y Berango o la "casa monster".
    Las ruinas también son misteriosas, la de veces que he pensado en las historias que podrían guardar las tantas paredes de la como bien decís muy señorial casa del barrio Moreaga, que tantos años mantuvo el cartel de "se vende" al pasar por ahí, una casa que no hubiera provocado más de dos segundos de reflexión si se encontrara en perfectas condiciones y en uso (como pasa con todas las mansiones de la zona).
    Por otro lado opino que una restauración fiel y perfeccionista casi siempre es mejor que la ruina, sobre todo en caso de edificios históricos o de arquitectura destacable, pero demoler y hacer desaparecer de un plumazo algo porque quedaba feo para los paseantes de bien, lo llenaban de graffittis "poco artísticos", o porque suponía un peligro ridículo como el de la ruina de la casa de campo de al lado del bidegorri simplemente me parece peor opción a la mera existencia de estas ruinas y asumámoslo, quien se va a poner a restaurar baserris tan preciosamente herrumbrosos, el diligente ayuntamiento al que competa?
    No está el horno para esos bollos, creo yo.

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    1. Lo primero, y ante todo, gracias por tu comentario. Me halaga comprobar que otras personas, al igual que yo, meditan sobre estos asuntos y que se toman la "molestia" de leer mis reportajes.

      Ciertamente, muchas de las ruinas aportan un misterioso encanto a la zona. Si soy sincera, yo también me he imaginado muchas veces las historias que pueden esconder algunas de ellas, pero precisamente por eso, como me gusta imaginar, las pintadas o la suciedad que dejan los que pasan por ahí me impiden hacerlo correctamente y me demuestran que hay gente que no respeta esta posibilidad, y aun peor, la machacan con sus propias frustraciones.

      En cuanto a demoler esos edificios... Mi intención no ha sido dar a pensar eso en ningún momento. Unas reformas bastarían (sobre todo, como bien dice, de aquellos que tienen una arquitectura "destacable"). Y aquí no quiero dar cabida a malinterpretaciones: antes de gastar dinero en restaurar estas zonas, en mi opinión, habría que hacer más caso a becas y educación (por poner un ejemplo). Sin embargo, no sólo no se invierte dinero en estos aspectos, sino que tampoco se utiliza para otros fines. Son Ayuntamientos parados.

      Por tanto, en aquellos edificios que se están dejando caer y que, reformados, pueden dar más juego, creo que haría falta plantearse reformas, y los que suponen un peligro (para mí, pero es mi opinión, no es "ridículo". El peligro siempre es peligro), prestarles más atención. Aunque fuera una revisión anual para comprobar que todo está en orden.

      Lo dicho, muchas gracias por el comentario y por leer mi reportaje.

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  2. Me ha quedado el cuore arrugado con tus imágenes, Kai
    Creo que me calzaré las zapatillas para ver algunos de esos sitios
    saludos
    Barinatxe

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    1. Muchas gracias, me alegra que te hayan gustado. Si quieres ver más fotos de sitios que puedes visitar, échale un ojo a mi otro blog: www.deslizardelashoras.blogspot.com

      ¡Quizás te gusten!

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  3. muchísimas propiedades fotografiadas aquí son de propiedad privada, herencias y legados que herederos no han podido mantener o están a las espera de reparticiones de bienes y mientras tanto se van deteriorando... pero no somos quien para juzgarlas, no nos incumben aunque de manera romántica nos de pena verlo. Osea, todos tenemos "sensibilidad por la historia" y nos encantaria verlos abiertos en un entorno bucolico y rural... pero solo es competencia de los dueños... y mas que desidia es falta de capital. Tampoco me aprece logico que con dienro publico se restauren bienes privados.

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  4. La restauración de la fuente del palacio de icaza es un auténtico escándalo, o un expolio. No me puedo creer que nadie diga nada. Con el valor que tenia esa fuente.

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