domingo, 13 de mayo de 2012

Eufemismos (II)


Textos de medicina

El uso de eufemismos en este ámbito tiene como función el intentar reducir el impacto en los pacientes, sin embargo, en su afán “humanizador” provoca por un lado, la incorrecta transmisión de la gravedad de la patología y por otro lado, que el público interesado no entienda en su totalidad qué es lo que se le está diciendo


            “Era el temido baile de San Vito, una alteración psicológica especialmente contagiosa en grandes concentraciones de personas y que desataba visiones y alucinaciones, provocando episodios de locura entre los afectados que se movían y retorcían de forma compulsiva.”

            Esta expresión aparece en una página Web llamada informe21, publicado por el periódico ABC, dirigido a un público general pero que tiene interés en la información sanitaria de divulgación general.
            Es un recurso frecuentemente utilizado cuando en los informativos se hace referencia a un estado de locura más o menos aguda. A veces se utilizan los eufemismos no sólo por motivos políticos, sino también, porque expresiones que se utilizaban con normalidad tradicionalmente hoy en día no son aceptadas por considerarse discriminatorias para el colectivo de las personas afectadas (subnormal, marica….). En este caso, el término “loco” ha sido completamente separado del ámbito de la psiquiatría en el marco de una necesaria campaña de lucha contra el estigma, porque hoy en día  estas enfermedades comienzan a ser vistas  más como lo que son, esto es enfermedades como otras cualquiera, y no como asuntos que tengan que ver con demonios, espíritus, etc., que hasta hace pocos años les separaba de la sociedad.
            Hoy en día, por tanto, la referencia a personas afectadas de trastornos mentales se realiza a través de expresiones como “alteraciones psicológicas”, “trastornos de la personalidad” etc., y puede que esto sea debido a la difícil comprensión por parte de la ciudadanía en general del verdadero significado de términos como “esquizofrenia” “psicosis” o “trastorno bipolar”,  que se utilizan frecuentemente como elementos insultantes con respecto a otras personas. Para evitar eso, los medios de comunicación general simplifican el recurso a estas denominaciones refiriéndose a estas enfermedades con los eufemismos que he citado anteriormente. 



           El consejero de Presidencia y Justicia del Gobierno de Aragón, Roberto Bermúdez de Castro, ha reiterado que el Ejecutivo "va a cumplir la ley" de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo, "nos guste más o nos guste menos", y ha calificado de "irresponsable" la decisión de las clínicas privadas aragonesas que hasta ahora practicaban abortos de dejar de hacerlos para el Servicio Aragonés de Salud (Salud) desde el pasado 3 de mayo.

            En este caso se utiliza el eufemismo “interrupción voluntaria del embarazo” para no decir la palabra “aborto”. Se trata, una vez más, de un recurso a una escapatoria para evitar utilizar la palabra “aborto” con tanta saña denostada por los fuertes poderes contrarios al derecho al aborto. Así, mientras los partidarios de este derecho hablan sin tapujos de “aborto libre” público y gratuito, sectores como la jerarquía eclesiástica o la derecha más retrógrada, condenan al infierno y tachan de pecado el recurso al aborto, sea cual sea el tiempo de embarazo y las circunstancias personales de la mujer embarazada. Ello lleva a que los gobiernos responsables de impulsar iniciativas legislativas tendentes a regular este tema, rehúyen recurrir a la expresión “aborto” para sustituirla por el eufemismo “interrupción voluntaria del embarazo” y, muchas veces, incluso por sus silgas IVE. Un ejemplo elocuente de lo que acabo de decir se encuentra en la propia página Web del Ministerio de Sanidad y consumo, que precisamente en una nota de prensa en la que anuncia un estudio sobre los comportamientos sexuales y la utilización de medios anticonceptivos por parte de los jóvenes, lo justifica precisamente diciendo que se trata de disminuir las interrupciones voluntarias del embarazo.
            Llamar a un aborto interrupción voluntaria del embarazo, sin duda alguna, es un eufemismo que no refleja la tragedia de un aborto provocado, que si no fuera por las circunstancias en las que se encuentran las mujeres condenadas a sufrirlo, de ninguna manera sería voluntario. Así, habla de interrupción como si fuera darle al off a  un interruptor, voluntaria, como si fuera algo deseado, y habla de embarazo y no de aborto. No caben más eufemismos en una sola expresión.
            De todas formas, el ámbito de la sexualidad es una mina especialmente inacabable de eufemismos. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario