EiTB en la encrucijada
La reducción del
presupuesto del Gobierno Vasco y de los ingresos por publicidad limita la
capacidad de producción, afecta a la calidad de los productos e impacta en los
índices de audiencia
Reducciones
de plantilla, de presupuestos, periodistas en paro, crisis laboral “en forma de
tsunami” (El Mundo, 25 de diciembre de 2012)… La crisis también azota al periodismo. Sin ir más
lejos, el pasado 10 de marzo de 2013, el nuevo consejo de administración de
EiTB rechazó los presupuestos que presentó su recién nombrada Directora
General, Maite Iturbe, “por ser escasos y no responder a las necesidades del
Ente”.
Y
es que la crisis también ha llamado a la puerta de EiTB, donde el amparo de los
presupuestos públicos no ha impedido que les “salpique el chaparrón”. La
Radiotelevisión pública vasca sufrirá una reducción en sus cuentas respecto a las dispuestas en 2012. No
sería de extrañar que, como recoge el medio digital Naiz, probablemente Alberto Surio haya “lanzado un suspiro de
alivio” al traspasar sus poderes a la nueva directora general, Maite Iturbe. Y
es que las cuentas a las que se enfrenta la Casa son para “asustar a
cualquiera”. Según el documento de proyecto de presupuestos del grupo
EiTB, mientras que su cuenta del año pasado ascendió a 165.622.628 euros, para
2013 se prevén 121.687.598 €. Es decir, 43,9 millones menos.
Pedro García Larragán, responsable
del área de Economía en informativos en EiTB Radio Euskadi, cuenta que aunque,
de momento, no ha tenido compañeros de plantilla que hayan acabado en el paro
(aunque sí camaradas periodistas de otros medios), teme que la situación ha
pasado ya “la última frontera y la última muralla” que tenían de salvaguarda, y
cree que este
año llegarán los despidos al Ente público.
EiTB, o Euskal Irrati
Telebista, está compuesto por cinco cadenas de televisión (ETB 1 ETB 2, ETB 3,
ETB Sat y Canal Vasco), cinco emisoras de radio (Euskadi Irratia, Radio
Euskadi, Radio Vitoria, Gaztea y EiTB Musika) y una website (www.eitb.com). Al preguntar por cuál de estos
sectores se ha visto afectado en mayor medida por la crisis, García Larragán afirma
que en donde más se ha notado la reducción de gastos ha sido en producción y
que, de hecho, lleva
notándose “más de uno o dos años”. Afirmó: “hay mucho menos dinero para producir
y, desde luego, muchísimo menos dinero para hacer programas y cubrir
información relevante”. ¿Y afecta eso a los contenidos? García Larragán lo
explica de manera práctica: “si le quitas dinero al medio, es como si acabas
jugando en primera división con jugadores de tercera regional. Eso te garantiza
que vas a perder casi todos los partidos. Yo creo que la sociedad en general
está notando que los contenidos en EiTB no son buenos, y si los contenidos no
son buenos, no nos seleccionan”. Dice que como no tienen dinero para gastarlo
en programas del tipo Salvados (La Sexta), “se hacen chapuzas”, y no se
tiene el respaldo de la audiencia.
Por su parte, Juan Carlos Etxeberría,
con casi 20 años de experiencia en la Casa, presentador del Teleberri entre 2000
y 2009 y actual presentador del programa 60 minutos, cree que este es el momento más duro de la profesión desde el
punto de vista económico, pero las condiciones laborales y las retribuciones no
le importan tanto como el reconocimiento social por parte de los ciudadanos, que
también se ha visto deteriorado.
Cuando
se le pregunta si la reducción de medios redunda en la calidad de los programas
y la audiencia, él contesta que sí, aunque se hagan esfuerzos para que no haya
una relación causa-efecto muy directa: “creo que con pocos medios también se
pueden hacer buenos productos. Incluso esos buenos productos luego pueden
gustarle al público, pero estoy seguro de que si El conquistador en vez de hacerse en la Patagonia se hiciese en
Tierra Estella, no tendría el mismo tirón”.
En todo caso, eso no quiere decir que “sin dinero no se
pueda hacer un producto de calidad”, porque él cree que no es cierto y que, en
el caso concreto de ETB, con muchos menos medios que otras televisiones, se han
hecho productos que son del gusto del público. Aunque
también es cierto, dijo, que llega un punto en el que una reducción excesiva de
presupuesto puede limitar demasiado, hasta impedir hacer un buen producto.
La publicidad, por los suelos
Ángel Sánchez Reina, profesional con más de 24 años de experiencia en el sector del marketing y la comunicación, dice que donde más se ha notado la
crisis económica en el sector ha sido, sobre todo, en el descenso “tremendo” de
la inversión publicitaria en medio prensa y en las tarifas.
Al reducirse la contratación de espacios
publicitarios, la pelea por hacerse con los restos es despiadada, y se rebajan
las tarifas para intentar atraer a los clientes. Con ello, se produce un efecto
multiplicador: menos tarta publicitaria y, además, a menos precio, con lo que
los ingresos por este concepto, fundamentales en todos los medios, se desploman,
contó.
Además,
reveló: “al
descenso de la inversión publicitaria en los medios, especialmente en la
prensa, le ha acompañado un auge importante de la presencia online de los medios con acceso
gratuito, en muchos casos, por lo que ha descendido mucho el hábito de lectura
de prensa escrita, afectando así a sus tiradas”.
Internet: ¿asesino en serie?
Se
dice que internet tiene buena parte de la culpa de esta crisis del periodismo.
Lontzo Sainz, responsable de
Networking en eitb.com (un área
que combina la gestión de Social Media, los blogs, los contenidos generados por
usuarios y las colaboraciones con webs y eventos), lo oye decir todos los días.
Pero, en su modesta opinión, eso es “una soberana estupidez”. Otra cosa es, según dijo, que internet puede
estar afectando al modelo de negocio que tienen los periódicos de papel: “eso
es algo evidente, pero internet no está matando al periodismo. Se puede hacer
muy buen periodismo en internet, radio, televisión, periódicos y revistas. El
problema es que haya empresas lo suficientemente solventes como para contratar
profesionales que puedan hacer ese trabajo, y eso, desgraciadamente, cada vez
es más difícil”.
Sainz
afirma que, aunque a internet le ha afectado la crisis como a todos los demás,
es el medio que más está creciendo en términos de inversión publicitaria. De
todas formas, puntualiza, esto es debido a que “esos números se conceptúan en
grandes portales red, en agregadores, en redes sociales o los anuncios de Google, con lo cual, sí se invierte en
internet, pero de manera “bastante focalizada”.
A pesar de ser el responsable del digital en EiTB, no cree que el futuro
del periodismo se encuentre en internet, sino en ser capaces de generar contenidos
originales y de calidad, sea en el soporte que sea.
Juan
Carlos Etxeberría no comparte la misma opinión. Él, al contrario que Sainz,
cree que si algo tiene que crecer en EiTB es internet: “no te estoy hablando a
corto plazo, ni mucho menos, pero si miramos un poco hacia delante, internet de
alguna manera tiene una convergencia de medios que no la pueden ofrecer otros,
o por lo menos actualmente no”. Él cree que ahora mismo hay “un nicho de empleo
en internet”, en eitb.net, porque cada
vez más, el acceso a la información va a ser a través de las distintas plataformas
que pueda ofrecer la web.
El
publicista Ángel Sánchez ha establecido un antes y un después en el periodismo.
Según él: “la
comunicación y la publicidad han dado un vuelco radical. Antes el anunciante, con la agencia, lanzaba un
mensaje y el consumidor compraba o no compraba. Ahora el que tiene el poder de
la marca es el consumidor a través de las redes sociales. Por lo tanto, lo
importante es que el consumidor hable de la marca en términos positivos, exalte
un diálogo, que haya intercomunicación; no es un mensaje unidireccional”.
En
la presencia de redes sociales, explica, se ha abaratado o se ha hecho más
accesible el acceso a la comunicación comercial, sin embargo, la comunicación
en redes sociales no va a vender nada, sino que genera la “conversación” con la
marca. Devuelve al marketing a su origen, a pensar en el consumidor, a escuchar
al consumidor.
Pedro
García Larragán comparte esos pensamientos de alguna manera: “si se quiere
hacer una buena televisión pública, hay que gastarse dinero público, y el
asunto está en que la sociedad en general no percibe que eso sea necesario”. Cree
que, quizás, ello sea debido a que no se ha sabido explicar que se están
discutiendo dos modelos de televisión: la de “Gran Marrano” (así denomina García Larrgan a Gran Hermano) de Telecinco (“que arrasa”) o la televisión pública,
que está obligada a emitir unos contenidos diferentes que realmente promuevan
programas que “nos hagan pensar como sociedad”. Dijo: “no hemos sido capaces de
añadir ese valor añadido, que la BBC en
Gran Bretaña, por ejemplo, sí ha sabido hacer”. La cuestión es, plantea García
Larragan, qué modelo de país queremos y qué modelo de televisión priorizamos,
sabiendo que elegimos. Si se quiere un modelo alternativo, si se quiere que
alguien vea Redes, de Eduard Punset,
se va a tener que poner dinero encima de la mesa, porque este no lo va a hacer
con los medios que tiene ETB, sería “absolutamente impensable”.
La
vertiente laboral de la crisis
Restricción de medios de producción,
rebajas en los ingresos publicitarios…¿Y las condiciones laborales? Roberto Moso, sindicalista de Radio Euskadi y miembro del comité de empresa por ELA,
denuncia que los contratos de sustitución se han reducido
a “la mínima expresión” y se han amortizado varias plazas: “también se ha
recortado drásticamente la asignación para colaboradores. Por otra parte no se
contemplan a corto plazo pruebas de acceso y el actual Convenio Colectivo
dejará de estar en vigor para el próximo verano, sin que, de momento, tengamos
ninguna garantía de blindar el actual. A todo esto se añaden la reducción del
sueldo en un 5% y el establecimiento de una paga menos (la mal llamada extra,
que hemos cobrado adelantando la de verano)”.
¿Perspectivas?:
“ha sido imposible llegar a un acuerdo de convenio con la
dirección saliente y estamos a la expectativa con la entrante”.
Futuro negro
Por
lo tanto, sólo queda saber cómo ven estos periodistas el futuro de EiTB.
Empezando por García Larragan, vuelve a comparar a EiTB con el Athletic Club de Bilbao. Apuntó: “es el paradigma de San Mamés; es un estadio mítico, un estadio
que va a tener calefacción debajo de los asientos, las rayas del área van a
estar pintadas de negro… Pero ¿quién mete goles? Nadie. Y si no mete goles, bajará
a segunda, y creo que en EiTB está pasando algo por el estilo: era una caja muy
bonita, pero los periodistas de dentro tampoco hemos sido capaces de generar un
valor añadido a lo que hacemos; eso que solía atraer la atención de la gente, algo
que sea suficientemente bueno como para mantenerlo, y como eso no ha ocurrido,
el programa no va a ser novedad”.
Juan
Carlos Etxeberría cree que el futuro de la profesión pasa por “varias cosas”.
Lo primero: por que los periodistas empiecen a asumir que hay un cambio de
modelo en cuanto a cómo se accede a la información y en cuanto a quiénes
generan la información. Según Etxeberría, ahora mismo va a ser más interesante
tener periodistas con criterio, es decir, va a hacer falta gente que sepa
contar la información de manera atractiva y emocionante. Opina que, más que asumir
que hay un cambio de modelo, hay que aportar otras cosas: “tenemos que aportar
independencia. Hacen falta periodistas autónomos, si no, no creo que tengamos
demasiado futuro”.
Lontzo Sainz tiene ideas parecidas a
las de Etxeberría. Cree que al final se va a tratar de que un mismo contenido
esté en diferentes soportes. Contó: “si tú, como profesional, eres capaz de
ofrecer ese servicio a la empresa que te va a contratar, tienes más
posibilidades de ser empleado que cualquier otro, es más, muy probablemente, la
empresa es lo que te va a pedir. Hacen falta periodistas polivalentes”.
Sánchez,
a su vez, piensa que la prensa tiene que replantearse su modelo de negocio y su
modelo de existencia. Señaló: “creo que la prensa se ha centrado más en un
discurso de un modelo tradicional en vez de un análisis más profesional, más
profundo de lo que es la noticia y los hechos, y creo que está atravesando una
crisis de credibilidad”. Según él, nos fiamos más de lo que “dice nuestro amigo”
y de lo que aparece en internet. En su opinión, eso tiene que cambiar; tiene
que cambiar el modelo de contar las cosas y de alinearse con la noticia, ahí
está el futuro del periodismo.
Finalmente,
Roberto Moso, que también es articulista en El Correo, cree que la situación económica en EiTB está más saneada que
en otros medios, y “no se han producido despropósitos” como los de la TeleMadrid o Canal Nou: “la nueva dirección habla de mantener la actual
plantilla y la reducción publicitaria, aunque evidente, no ha llegado al
desplome. Nos queda margen”.
En cualquier caso, parece que las épocas
de vacas gordas –si alguna vez las hubo- han terminado. El debate se centra en
si la sociedad está dispuesta a realizar un esfuerzo económico que mantenga y
asegure unos medios de comunicación de calidad, que no sean esclavos
exclusivamente de las audiencias ni tengan que recurrir a lo chabacano o
simplón, o si dejamos que sea “el mercado” el que rija el devenir del
periodismo. En el primer caso, parece claro que la aportación de valor añadido,
la independencia y polivalencia de los profesionales serán la clave del éxito
de ese modelo de comunicación. En el segundo, la pregunta es si, en realidad,
hacen falta periodistas, entonces la crisis ya no será sólo económica, sino una
verdadera crisis del periodismo.
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